No hay que restarle importancia a los cubiertos y la cristalería, pero la vajilla suele ser, como decimos, un elemento estrella.
Una buena vajilla debe tener platos hondos, platos llanos y platos de postre, que por lo general son realizados en materiales cerámicos como loza o porcelana, también se puede encontrar juegos en vidrio, en plata o en madera.
¿Cómo utilizar los platos?
Platos hondos
Estos platos se suelen utilizar para servir líquidos como sopas, crema o salsas, también para comidas como verduras y cocidos.
Platos llanos
Son ideales para comidas ligeras y poco cargadas.
Platos de postre
Se caracterizan por ser los más pequeños, son ideales para servir porciones pequeñas de dulces.
Su colocación
En primer lugar se debe colocar los bajoplatos, que son unos platos de mayor diámetro que cumple más que todo una tarea decorativa y son utilizados como base. Sobre ellos se colocan los platos llanos y sobre ellos los hondos o los platos de aperitivos.
El platillo que se utiliza para el pan se debe colocar a la izquierda del comensal, debe ir alineado con las copas.
El protocolo recomienda que los platos se deben colocar separados entre sí unos 45 centímetros y unos 3 centímetros del borde la mesa. Es importante que la vajilla tenga una presentación impecable sin manchas ni rayados.
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